Los sucesos se dieron en el Comercial Nuestro Atlántico y su empresa de seguridad privada Vipers.
Esteban Gallardo y su novio fueron interrumpidos el pasado 09 de septiembre por los vigilantes de la empresa de seguridad cuando se encontraban sentados en los muebles de un local donde se venden picadas de mango, en ese momento, un vigilante de Vipers, sin mediar palabras, les solicitó que se retiraran del centro comercial bajo el argumento de que "las muestras de afecto y/o cariño estaban prohibidas", dice la denuncia.
La pareja señaló, además, que durante los hechos una pareja heterosexual estaba cerca y a esta la vigilancia no le dijo nada.
En un comunicado, Esteban afirma que esta no era la primera vez que sufrían un tipo de discriminación en las instalaciones de ese centro comercial. Dice que el pasado 25 de agosto, mientras compartía con su novio, un trabajador de la misma empresa de vigilancia los obligó a retirarse del establecimiento bajo el argumento de que "las personas se sienten incómodas con su presencia y sus actos".
El juzgado ordenó que el centro comercial Nuestro Atlántico y la empresa de seguridad privada Vipers, "en adelante, se abstengan de realizar actos como los narrados en esta acción y adopten mecanismos efectivos y eficaces para manejar situaciones por discriminación sexual o de cualquier otra índole que se llegasen a presentaren el futuro".
De igual forma, "que adopten las medidas adecuadas y necesarias para evitar que sus empleados vuelvan a cometer actos de discriminación a causa de la orientación sexual de las personas".