El día de ayer 7 de septiembre, Mette Frederiksen, la primera ministra de Dinamarca, comunicó a través de su página oficial en Facebook y expresó ante la prensa que el Estado tiene una nueva iniciativa para el crecimiento económico y sostenible del país, en el que los inmigrantes deberán aportar.
“Queremos presentar una nueva lógica de trabajo, donde la gente tenga un deber para contribuir y ser útiles, y si no pueden encontrar empleo permanente, tendrán que trabajar para conseguir sus ayudas” dijo.
Dinamarca tiene una población de 5.8 millones de habitantes, de los cuales el 11% corresponde a inmigrantes en su mayoría del norte de África, Oriente Medio y Turquía. Y según el gobierno danés, 6 de cada 10 mujeres no participan en el mercado laboral, por lo que la iniciativa pretende retirar las ayudas económicas a todos aquellos ciudadanos extranjeros y refugiados que no aporten producción, como estrategia para que se reactiven en la sociedad.
Aunque la propuesta aún está a la espera de ser aprobada por el Parlamento danés, Frederiksen sugiere apoyo ya que se integrarían a más de 20 mil personas en trabajos informales, pues el objetivo es que haya más personas fuera de sus casas.