El Covid-19 el Nuevo Obstáculo de la Brecha Salarial de Género

March 3, 2021
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La incorporación de la mujer al trabajo remunerado fue uno de los mayores logros de la emancipación femenina en la historia. Este importante paso en el mundo se logró consolidar después de la segunda Guerra Mundial, siendo uno de los períodos más relevantes de la lucha femenina por la mejora de sus condiciones laborales y que permitió a las mujeres resignificar su rol en la sociedad y en el trabajo. En esta larga lucha desde la segunda mitad del siglo XX hasta el 2019, las mujeres habían logrado disminuir considerablemente la brecha salarial con los hombres, pero con la llegada del Covid-19 al mundo se impuso un nuevo reto en el mercado laboral que atenta contra la integridad y condiciones laborales femeninas de forma alarmante.


La pandemia causada por el Coronavirus-19 ha tenido efectos negativos en la economía mundial ya que las medidas tomadas en todos los continentes trajo consigo nuevas crisis económicas nunca antes vistas. Las medidas de distanciamiento social, las cuarentenas, la prohibición de actividades y el cierre de miles de negocios damnificó a miles de personas en el mundo. Las mujeres, en especial, han sido las más afectadas; las nuevas condiciones sociales, económicas, laborales y sanitarias han generado situaciones que han  puesto a miles de mujeres fuera de la fuerza laboral o en condiciones de trabajo estresantes y desigual. 


Según las Naciones Unidas, antes del Covid-19  la brecha salarial de género se había reducido ligeramente en los últimos 25 años pero desde su llegada incrementó las disparidades de género en el mercado laboral, así como la desigualdad en el trabajo doméstico y  de cuidado no remunerado entre mujeres y hombres pero, ¿Que tan importantes son estas desigualdades en la laboralidad femenina? ¿Que tiene que ver una cosa con la otra?


Dado que el incremento de la educación virtual y el teletrabajo ha aumentado la cantidad de trabajo doméstico casi al doble lo cual ha obligado a la mujeres a aumentar sus horas laborales no remuneradas, pues según la organización internacional Catalyst  “aún se espera de manera desproporcionada que las mujeres cumplan con las responsabilidades del hogar durante la semana laboral”, lo cual es en promedio tres veces más al trabajo doméstico y de cuidados que los hombres. Ahora bien, esta desigualdad deja entre ver un gran obstáculo que deben atravesar las mujeres en el mundo pues según las Naciones Unidas el 10,6 por ciento de las mujeres encuestadas informó que durante la crisis sanitaria las responsabilidades domésticas les impidieron dedicar su tiempo en sus trabajos, en relación al 6,7 por ciento de los hombres; sin embargo, esta no es una situación aislada pues en argentina una encuesta mostró que cerca del 60% de las mujeres encuestadas que se encontraban activas en un trabajo remunerado se sienten abrumadas por la carga laboral y horaria en comparación a las respuestas del 40 por ciento de los hombres que manifestaban lo mismo. De modo que la pandemia ha cargado más a las mujeres de responsabilidades entre el hogar y el trabajo remunerado lo cual ha perjudicado en los trabajos en los que ellas se desenvuelven con sanciones y despidos o han tenido que tomar la decisión de abandonar su vida laboral remunerada para dedicarse a los oficios domésticos


Ahora, si bien las oportunidades laborales que tienen las mujeres han sido históricamente inferiores a las de los hombres a nivel mundial. La caída del 30 al 40 por ciento del sector de los servicios en las diferentes economías por la crisis del Covid-19,  ha aumentado los índices de desempleo de las mujeres; ya que ellas, al tener una tasa de participación mayor en los trabajos del sector de los servicios que la de los hombres, se han visto más afectadas de lo habitual. 


En una investigación hecha por el instituto de labor económica IZA en el Reino Unido, Japón, China, Estados Unidos, Italia y Corea del Sur, reveló que las mujeres tienen un 24% más de probabilidad de perder permanentemente su empleo que los hombres.  No obstante,  las cifras en latinoamérica no se quedan atrás pues según el Observatorio Covid-19 los países con mayores porcentajes en desempleo femenino son Colombia, México, Perú y Chile; siendo Colombia el país con mayor brecha de género donde el 25% de las mujeres perdieron su empleo en comparación al 14% de los hombres. 


Según la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, los gobiernos deben comenzar a tomar medidas que lleguen a las mujeres pues de lo contrario van a haber 118 millones de mujeres en situación de pobreza. 23 millones más que en 2019”, es por tanto que es importante que se creen políticas dentro de las empresas como fuera de ella de forma macro y sectoriales para promover el desarrollo sostenible e incentivar una recuperación del empleo de las mujeres ya que de no hacerlo esto significa, según Bárcena, un retroceso de una década.  


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La incorporación de la mujer al trabajo remunerado fue uno de los mayores logros de la emancipación femenina en la historia. Este importante paso en el mundo se logró consolidar después de la segunda Guerra Mundial, siendo uno de los períodos más relevantes de la lucha femenina por la mejora de sus condiciones laborales y que permitió a las mujeres resignificar su rol en la sociedad y en el trabajo. En esta larga lucha desde la segunda mitad del siglo XX hasta el 2019, las mujeres habían logrado disminuir considerablemente la brecha salarial con los hombres, pero con la llegada del Covid-19 al mundo se impuso un nuevo reto en el mercado laboral que atenta contra la integridad y condiciones laborales femeninas de forma alarmante.


La pandemia causada por el Coronavirus-19 ha tenido efectos negativos en la economía mundial ya que las medidas tomadas en todos los continentes trajo consigo nuevas crisis económicas nunca antes vistas. Las medidas de distanciamiento social, las cuarentenas, la prohibición de actividades y el cierre de miles de negocios damnificó a miles de personas en el mundo. Las mujeres, en especial, han sido las más afectadas; las nuevas condiciones sociales, económicas, laborales y sanitarias han generado situaciones que han  puesto a miles de mujeres fuera de la fuerza laboral o en condiciones de trabajo estresantes y desigual. 


Según las Naciones Unidas, antes del Covid-19  la brecha salarial de género se había reducido ligeramente en los últimos 25 años pero desde su llegada incrementó las disparidades de género en el mercado laboral, así como la desigualdad en el trabajo doméstico y  de cuidado no remunerado entre mujeres y hombres pero, ¿Que tan importantes son estas desigualdades en la laboralidad femenina? ¿Que tiene que ver una cosa con la otra?


Dado que el incremento de la educación virtual y el teletrabajo ha aumentado la cantidad de trabajo doméstico casi al doble lo cual ha obligado a la mujeres a aumentar sus horas laborales no remuneradas, pues según la organización internacional Catalyst  “aún se espera de manera desproporcionada que las mujeres cumplan con las responsabilidades del hogar durante la semana laboral”, lo cual es en promedio tres veces más al trabajo doméstico y de cuidados que los hombres. Ahora bien, esta desigualdad deja entre ver un gran obstáculo que deben atravesar las mujeres en el mundo pues según las Naciones Unidas el 10,6 por ciento de las mujeres encuestadas informó que durante la crisis sanitaria las responsabilidades domésticas les impidieron dedicar su tiempo en sus trabajos, en relación al 6,7 por ciento de los hombres; sin embargo, esta no es una situación aislada pues en argentina una encuesta mostró que cerca del 60% de las mujeres encuestadas que se encontraban activas en un trabajo remunerado se sienten abrumadas por la carga laboral y horaria en comparación a las respuestas del 40 por ciento de los hombres que manifestaban lo mismo. De modo que la pandemia ha cargado más a las mujeres de responsabilidades entre el hogar y el trabajo remunerado lo cual ha perjudicado en los trabajos en los que ellas se desenvuelven con sanciones y despidos o han tenido que tomar la decisión de abandonar su vida laboral remunerada para dedicarse a los oficios domésticos


Ahora, si bien las oportunidades laborales que tienen las mujeres han sido históricamente inferiores a las de los hombres a nivel mundial. La caída del 30 al 40 por ciento del sector de los servicios en las diferentes economías por la crisis del Covid-19,  ha aumentado los índices de desempleo de las mujeres; ya que ellas, al tener una tasa de participación mayor en los trabajos del sector de los servicios que la de los hombres, se han visto más afectadas de lo habitual. 


En una investigación hecha por el instituto de labor económica IZA en el Reino Unido, Japón, China, Estados Unidos, Italia y Corea del Sur, reveló que las mujeres tienen un 24% más de probabilidad de perder permanentemente su empleo que los hombres.  No obstante,  las cifras en latinoamérica no se quedan atrás pues según el Observatorio Covid-19 los países con mayores porcentajes en desempleo femenino son Colombia, México, Perú y Chile; siendo Colombia el país con mayor brecha de género donde el 25% de las mujeres perdieron su empleo en comparación al 14% de los hombres. 


Según la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, los gobiernos deben comenzar a tomar medidas que lleguen a las mujeres pues de lo contrario van a haber 118 millones de mujeres en situación de pobreza. 23 millones más que en 2019”, es por tanto que es importante que se creen políticas dentro de las empresas como fuera de ella de forma macro y sectoriales para promover el desarrollo sostenible e incentivar una recuperación del empleo de las mujeres ya que de no hacerlo esto significa, según Bárcena, un retroceso de una década.  


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