Merkel: Un Símbolo del Poder de la Mujer ¿Cuánto Hizo por la Igualdad de Género?

September 30, 2021
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Kay Nietfeld/picture alliance via Getty Images

El liderazgo que asumió Angela Merkel en la posición política más importante de Alemania ha servido como inspiración a muchas mujeres con aspiraciones de intervenir en los destinos de sus países ocupando cargos de representación, pero cabe recorrer las declaraciones y acciones de Merkel sobre esta lucha por la igualdad de género desde su puesto.

Ella fue de hecho, no solo la primera mujer en llegar a la jefatura de uno de los dos grandes partidos alemanes, la Unión Cristianodemócrata (CDU), sino, además, la primera en asumir la Cancillería, hace 16 años (2005). Pero, también, nominada por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo.

Uno de sus primeros discursos como canciller, ocupó la temática de la mujer, comprometiéndose a la paridad en su equipo de gobierno, y resaltando el rol de la mujer en todos los campos como la familia, la empresa, la política; así como la lucha feminista que permitió el voto de la mujer en Alemania más de 100 años atrás.

Ciertamente, su partido, la CDU, propuso incrementar al 50% el nivel de representación femenina en sus filas hasta 2025. Nadie podrá olvidar las 11 horas, en un debate maratónico, que logró aprobar este plan que impulsa la paridad de género; así como el reconocimiento de la Unión de Lesbianas y Gays (LSU) como una organización partidaria independiente dentro de su estructura.

El CDU propuso que desde 2021 y, de forma progresiva, hasta 2025 los puestos de gobierno y escaños estén ocupados en un 30% por mujeres, pero que cada dos años se incremente en diez puntos lo que permitiría alcanzar en 2025 una cuota obligatoria de mujeres del 50%.

Ciertamente, estas medidas propulsadas por la canciller alemana tienen consonancia con sus declaraciones del pasado 8 de setiembre donde aseguró ser “feminista” ante la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. "En lo esencial, (el feminismo) consiste en decir que los hombres y las mujeres son iguales, en su participación en la vida en sociedad, a lo largo de la vida. En este sentido, puedo decir ahora que yo soy feminista", expresó.

Estas afirmaciones de Merkel, marcan un giro en su enfoque sobre el feminismo, en su preocupación y su manera de apreciar la lucha en la igualdad de género frente a lo sucedido en el año 2017 cuando en un episodio muy recordado donde no tuvo la misma firmeza para hablar del tema.

 

Recordarlo es relevante. Muy breve.

El escenario: Cinco mujeres en una mesa de trabajo durante el G20 desarrollado en Berlín, allá por el 25 de abril de 2017.

Las protagonistas: La ministra canadiense de Exteriores, Chrystia Freeland; la hija del entonces presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump; la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde; la reina Máxima de Holanda y la propia Merkel. 

Suceso: conversación sobre experiencias personales y profesionales en un ambiente relajado, entonces entra el turno de preguntas y se pide que levanten la mano quienes se sentían feministas.

Quién alza la mano: Todas menos Merkel.

Su explicación: Dice que por feminista ella entiende a las activistas, mujeres a las que ella respeta y admira, pero con las que no quiere compararse.

Sin embargo, hoy en 2021 y tras 16 años al frente del gobierno alemán, Angela Merkel nos dice: "En mi opinión, el 'feminismo' está vinculado a un movimiento de lucha para introducir (la igualdad de género) en la agenda social". 

 

No cabe duda de que la experiencia en el mando y, pese al conservadurismo de su partido, le ha permitido valorar la lucha y sacrificios de muchas mujeres por sus derechos igualitarios. Y hoy se reconoce y afirma feminista.

 

Pese a ello, muchos consideran que la lideresa alemana ha hecho poco sobre este tema. Para nadie es novedad que durante sus cuatro legislaturas el feminismo no ha sido un asunto preponderante o prioritario, mucho menos su causa bandera. Recordemos que en una entrevista al semanario Zeit en 2019 dijo que: «A fin de cuentas, no soy solamente la canciller federal de las mujeres en Alemania, sino la canciller de todas las personas en Alemania».

 

En contraparte, vale mencionar el proyecto de ley aprobado por su Consejo de Ministros que obliga a las empresas cotizadas a incluir a al menos una mujer en su junta. Los críticos consideraron que la medida era más bien tibia, dado que solo afectaba a 70 compañías.

Otros ejemplos que podrían mencionarse como desidia frente al tema, es que recién tras una década con una mujer al frente del Gobierno, Alemania comenzó en 2015 a publicar estadísticas de violencia contra la mujer y con cifras totalmente alarmantes. Según los informes anuales del Ministerio de la Familia y la Oficina Federal de Investigaciones Criminales, una mujer es asesinada cada tres días en Alemania. 

Frente a ello, puede resaltarse que se ha aprobado una ley de transparencia que permitía evidenciar, mediante la publicación de los salarios de hombres y mujeres, las diferencias significativas en los montos lo cual coadyuva a combatir la brecha salarial de género, entre otras medidas. 

Como en muchos países, y más tempranamente en países de América Latina, se puso en marcha el teléfono de ayuda a la mujer para casos de violencia machista. Asimismo, se mejoró el presupuesto para mejorar las instalaciones y las asesorías de las casas de acogida para mujeres. 

El hito más significativo fue la introducción en 2007, con Ursula von der Leyen como ministra de Familia, del denominado Elternzeit, la posibilidad de que los dos progenitores se repartan el tiempo total de permiso laboral por hijo de la forma que quieran, a la vez que cobran del Estado una ayuda equivalente a dos tercios de su salario (hasta un máximo de 1.800 euros actualmente).

Algunas cifras

 

Según la fundación AllBright, en las cien mayores empresas de Alemania, las mujeres sólo ocupan el 11,5% de los puestos directivos. En el DAX 30 este porcentaje se eleva mínimamente, hasta el 12,8% (comparado con el 28,6% de Estados Unidos, el 24,5% de Reino Unido o el 22,2% de Francia). 

 

El Informe sobre la Brecha de Género Global 2020 del Foro Económico Mundial (WEF) aporta una fotografía de la situación muy elocuente. Alemania aparece en la décima posición, de 153 países analizados en todo el mundo, entre Ruanda y Letonia. Ha sumado algunos puntos en términos absolutos con respecto a 2006, al poco de acceder Merkel a la cancillería, pero ha caído cinco posiciones en la clasificación general. Esto significa que la situación de la mujer en Alemania ha mejorado algo en términos absolutos en estos quince años, pero menos que en otros países. 

 

Ángela Merkel se despidió el pasado 6 de septiembre del Bundestag (la Cámara Baja del Parlamento alemán) tras 16 años como canciller y 30 de diputada. Probablemente la frase que más se recuerde de su despedida es aquella en la que se reconocía como feminista.

“Sí, soy feminista, antes era más tímida para decirlo”



Merkel: Un Símbolo del Poder de la Mujer ¿Cuánto Hizo por la Igualdad de Género?

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El liderazgo que asumió Angela Merkel en la posición política más importante de Alemania ha servido como inspiración a muchas mujeres con aspiraciones de intervenir en los destinos de sus países ocupando cargos de representación, pero cabe recorrer las declaraciones y acciones de Merkel sobre esta lucha por la igualdad de género desde su puesto.

Ella fue de hecho, no solo la primera mujer en llegar a la jefatura de uno de los dos grandes partidos alemanes, la Unión Cristianodemócrata (CDU), sino, además, la primera en asumir la Cancillería, hace 16 años (2005). Pero, también, nominada por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo.

Uno de sus primeros discursos como canciller, ocupó la temática de la mujer, comprometiéndose a la paridad en su equipo de gobierno, y resaltando el rol de la mujer en todos los campos como la familia, la empresa, la política; así como la lucha feminista que permitió el voto de la mujer en Alemania más de 100 años atrás.

Ciertamente, su partido, la CDU, propuso incrementar al 50% el nivel de representación femenina en sus filas hasta 2025. Nadie podrá olvidar las 11 horas, en un debate maratónico, que logró aprobar este plan que impulsa la paridad de género; así como el reconocimiento de la Unión de Lesbianas y Gays (LSU) como una organización partidaria independiente dentro de su estructura.

El CDU propuso que desde 2021 y, de forma progresiva, hasta 2025 los puestos de gobierno y escaños estén ocupados en un 30% por mujeres, pero que cada dos años se incremente en diez puntos lo que permitiría alcanzar en 2025 una cuota obligatoria de mujeres del 50%.

Ciertamente, estas medidas propulsadas por la canciller alemana tienen consonancia con sus declaraciones del pasado 8 de setiembre donde aseguró ser “feminista” ante la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. "En lo esencial, (el feminismo) consiste en decir que los hombres y las mujeres son iguales, en su participación en la vida en sociedad, a lo largo de la vida. En este sentido, puedo decir ahora que yo soy feminista", expresó.

Estas afirmaciones de Merkel, marcan un giro en su enfoque sobre el feminismo, en su preocupación y su manera de apreciar la lucha en la igualdad de género frente a lo sucedido en el año 2017 cuando en un episodio muy recordado donde no tuvo la misma firmeza para hablar del tema.

 

Recordarlo es relevante. Muy breve.

El escenario: Cinco mujeres en una mesa de trabajo durante el G20 desarrollado en Berlín, allá por el 25 de abril de 2017.

Las protagonistas: La ministra canadiense de Exteriores, Chrystia Freeland; la hija del entonces presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump; la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde; la reina Máxima de Holanda y la propia Merkel. 

Suceso: conversación sobre experiencias personales y profesionales en un ambiente relajado, entonces entra el turno de preguntas y se pide que levanten la mano quienes se sentían feministas.

Quién alza la mano: Todas menos Merkel.

Su explicación: Dice que por feminista ella entiende a las activistas, mujeres a las que ella respeta y admira, pero con las que no quiere compararse.

Sin embargo, hoy en 2021 y tras 16 años al frente del gobierno alemán, Angela Merkel nos dice: "En mi opinión, el 'feminismo' está vinculado a un movimiento de lucha para introducir (la igualdad de género) en la agenda social". 

 

No cabe duda de que la experiencia en el mando y, pese al conservadurismo de su partido, le ha permitido valorar la lucha y sacrificios de muchas mujeres por sus derechos igualitarios. Y hoy se reconoce y afirma feminista.

 

Pese a ello, muchos consideran que la lideresa alemana ha hecho poco sobre este tema. Para nadie es novedad que durante sus cuatro legislaturas el feminismo no ha sido un asunto preponderante o prioritario, mucho menos su causa bandera. Recordemos que en una entrevista al semanario Zeit en 2019 dijo que: «A fin de cuentas, no soy solamente la canciller federal de las mujeres en Alemania, sino la canciller de todas las personas en Alemania».

 

En contraparte, vale mencionar el proyecto de ley aprobado por su Consejo de Ministros que obliga a las empresas cotizadas a incluir a al menos una mujer en su junta. Los críticos consideraron que la medida era más bien tibia, dado que solo afectaba a 70 compañías.

Otros ejemplos que podrían mencionarse como desidia frente al tema, es que recién tras una década con una mujer al frente del Gobierno, Alemania comenzó en 2015 a publicar estadísticas de violencia contra la mujer y con cifras totalmente alarmantes. Según los informes anuales del Ministerio de la Familia y la Oficina Federal de Investigaciones Criminales, una mujer es asesinada cada tres días en Alemania. 

Frente a ello, puede resaltarse que se ha aprobado una ley de transparencia que permitía evidenciar, mediante la publicación de los salarios de hombres y mujeres, las diferencias significativas en los montos lo cual coadyuva a combatir la brecha salarial de género, entre otras medidas. 

Como en muchos países, y más tempranamente en países de América Latina, se puso en marcha el teléfono de ayuda a la mujer para casos de violencia machista. Asimismo, se mejoró el presupuesto para mejorar las instalaciones y las asesorías de las casas de acogida para mujeres. 

El hito más significativo fue la introducción en 2007, con Ursula von der Leyen como ministra de Familia, del denominado Elternzeit, la posibilidad de que los dos progenitores se repartan el tiempo total de permiso laboral por hijo de la forma que quieran, a la vez que cobran del Estado una ayuda equivalente a dos tercios de su salario (hasta un máximo de 1.800 euros actualmente).

Algunas cifras

 

Según la fundación AllBright, en las cien mayores empresas de Alemania, las mujeres sólo ocupan el 11,5% de los puestos directivos. En el DAX 30 este porcentaje se eleva mínimamente, hasta el 12,8% (comparado con el 28,6% de Estados Unidos, el 24,5% de Reino Unido o el 22,2% de Francia). 

 

El Informe sobre la Brecha de Género Global 2020 del Foro Económico Mundial (WEF) aporta una fotografía de la situación muy elocuente. Alemania aparece en la décima posición, de 153 países analizados en todo el mundo, entre Ruanda y Letonia. Ha sumado algunos puntos en términos absolutos con respecto a 2006, al poco de acceder Merkel a la cancillería, pero ha caído cinco posiciones en la clasificación general. Esto significa que la situación de la mujer en Alemania ha mejorado algo en términos absolutos en estos quince años, pero menos que en otros países. 

 

Ángela Merkel se despidió el pasado 6 de septiembre del Bundestag (la Cámara Baja del Parlamento alemán) tras 16 años como canciller y 30 de diputada. Probablemente la frase que más se recuerde de su despedida es aquella en la que se reconocía como feminista.

“Sí, soy feminista, antes era más tímida para decirlo”



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