Por fin ha llegado la sentencia por delitos sexuales a los ex – miembros de la Armada, Jorge Eduardo alias “el tigre” y Alberto Gonzales alias “Gato”. Delitos realizados en un centro clandestino durante el terrorismo de Estado en Buenos Aires Argentina. Un fallo judicial reconoció que hubo genocidas violaciones en la ESMA. 

La condena para estos abusadores fue de 20 y 24 años de prisión con omisión de sentencias anteriores, en prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua, en el fallo del Tribunal Oral Federal Nº5 de la Ciudad autónoma de Buenos Aires Argentina, cabe resaltar que pasaron 45 años de golpe cívico militar para que estos atroces, delitos y actos violentos fueran condenados.

• Algunos de los casos perpetrados en la ESMA.

Silvia Labayro, fue secuestrada el 29 de diciembre en 1976 a los 20 años de edad y liberada un año de después, se encontraba embaraza, los acusados cometieron contra ella violación sexual y tentativa de abuso sexual agravado, la victima identificó a Gonzales como su violador.

Mabel Lucrecia Luisa Zanta, estuvo secuestrada en la ESMA entre el 6 y 25 de septiembre de 1978, fue obligada a realizarle sexo oral a un guardia y el agresor abusó de ella mientras le apuntaba con su arma en la cabeza .

 María Rosa Paredes, secuestrada el 12 de marzo de 1979 y llevada a la ESMA hasta el 22 de junio, fue abusada con tocamientos y cuando la liberaron fue sometida a un régimen de “libertad vigilada” que incluyó el acceso carnal violento en varias ocasiones. 

• ¿Qué es la ESMA? 

Una propiedad ubicada en la Ciudad autónoma de Buenos Aires de 17 hectáreas y treinta edificios, operó durante la dictadura cívico militar entre 1976 y 1983 y se inauguró en 1924, con el objetivo de ser la sede de un colegio técnico vinculado a la Armada. 

La escuela siguió funcionando luego de ser convertida en un centro clandestino de detención y a sus estudiantes los forzaron a trabajar como vigilantes de los y las secuestradas.  En este sitio se coordinó el secuestro y desaparecieron de muchas y muchos opositores convirtiéndolo como un icono del terrorismo de Estado, la ESMA tenía salas de tortura, celdas y unidades de “traslado” alusión que refería a la muerte.