Llegó el momento de acabar la clasificación y la discriminación.
¡Más libertad e igualdad!
Tengo que confesarles que al momento de escribir esta columna no me fue nada difícil, actualmente existe a nivel internacional una gran polémica y controversia sobre acontecimientos en el gran certamen de belleza, “Miss Universo 2018”. Gracias a estas disputas pasan por mi mente infinidades de pensamientos y no solo eso, me remueven sentimientos, que hasta me hacen considerar que sí, las mujeres somos un género débil, como algunos lo afirman, que les encanta juzgar a las de su propio equipo, y somos una sociedad realmente falsa e hipócrita que cada día como se dice vulgarmente se hacen “pajazos mentales” al considerar que la humanidad está cambiando y que así mismo aceptamos, creemos, respetamos y toleramos todo cambio que llega a nuestra realidad, que llega a nuestras vidas.
Se preguntarán qué pensamientos y qué sentimientos llegan a mi cuerpo, para juzgar, creer, sentenciar, a la sociedad de esa forma y decretar al género femenino de otra. A continuación, encontrarán una que otra respuesta a estas emociones.
Este año el comité de belleza internacional anunció, que el concurso más esperado a nivel mundial por todos los reinólogos y seguidores de este tipo de eventos “Miss Universo”, se llevará a cabo el lunes 17 de diciembre en las instalaciones del centro de convenciones IMPACT Arena, en Bangkok, Tailandia. Esta versión del reinado más esperado en el año, trae consigo diversas novedades, participaciones de países que jamás habían estado, como lo son Armenia, Mongolia y Kirgustán, esta vez encontramos una diversidad de candidatas que competirán por la gran corona, incluyendo dos de estas mujeres transgéneros y sin faltar el acompañamiento de la era post- Trump en este certamen.
Empecemos más bien a explicar porque el reinado es el causante de todas mis emociones.
Ángela Ponce representante del país de España y Belguun Batsukh del país de Mongolia, ellas no solo son mujeres transgéneros, sino que llevan el nombre de su país y también encarnan ciertos insultos tétricos como estos: “que denigrante, que insulto hacia la mujer”, “esto es realmente una desigualdad de género”, “que insulto hacia el concurso”, “cada cosa en su lugar y ellas no pertenecen acá”, “una candidata transgénero, es una participante que está en desventaja, por no tener condiciones femeninas”, y terminó con el comentario, que para mí fue más que una ofensa, hecho por nuestra digna representante en el concurso, Valeria Morales, “creo que un reinado de belleza, como es Miss Universo, es para mujeres, que nacimos mujeres y creo que para ella sería una desventaja, así que hay que respetarla, pero no compartirla”, este comentario lo dio la candidata representante de Colombia a la señorita de España, que en ese entonces no se sabía que otra mujer transgénero iba representar otro país.
No me basaré en teoría científica o social, pero creo que esto es realmente inhumano, no creo que la sociedad que está juzgando y diciendo esta serie de insultos hacia una persona que por fin encuentra su identidad, que por fin su aspecto es congruente con su personalidad, que por fin son las personas que siempre quisieron ser, ese género del cual siempre admiraron y respetaron.
Les confieso que esta serie de insultos que encontramos atrás, la mayoría de ellos son dicho por mujeres, y me causa tanta rabia, impotencia, y tristeza, porque como bien dijo “Itzel Aidana” (mujer transgénero que se suicidó hace pocos días tras comentario discriminatorio, que hizo una miss universo por participación de mujeres transgénero en el reinado de este año), “No podemos fomentar el odio, ni la homofobia, ni la transfobia, ni la discriminación, si no admirar, respetar y unirnos”. Mujeres, sintámonos orgullosas que una persona sin su identidad definida quiera ser como nosotras.
El mundo entero no sabe por el miedo, rechazo y humillación que pasan estas personas, al enfrentarse a su realidad; por eso creo que si el concurso acepto a mujeres transgéneros a que participarán y representaran a su país, por que nosotras las mujeres no aceptamos y nos enorgullecemos que por fin, estas personas se encuentran en el lugar correcto, su cuerpo y su personalidad definida, ellas aman y respetan de igual manera nuestro género, que no buscan denigrarlo, sino empoderarlo, honrarlo y admirarlo más.
En cuanto a la sociedad en la que vivimos, no tengo que desmentirlos, sí, el mundo está globalizándose, hoy en día el hombre está en constante evolución y sus acciones y sus hechos también. La diversidad de género la hemos tenido hace mucho tiempo atrás, si no que como sociedad aún tenemos miedo de aceptar esta transformación, miedo de darle paso a la libertad e igualdad que necesitamos todos, ya llego el momento de acabar todo tipo de clasificación y discriminación, aceptemos el paso que están dando esas personas que quieren una vida en paz consigo y con los demás, no estoy diciendo que seamos permisivos con esta “cultura que nos está vendiendo la sociedad” según comenta un conocido, si no comprender el cambio que estamos pasando todos, no necesitamos del rechazo y la exclusión porque realmente todos somos iguales, aprendamos a respetar y a tolerar el derecho de los demás.