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Desde abril de 2011, Francia se convirtió en el primer país europeo en prohibir el uso del velo integral en público, abriendo debates y protestas por parte de los grupos musulmanes residentes y ciudadanos franceses. Entre los argumentos a favor de esta ley, el principal y más controversial resulta ser el de “usurpación de la libertad individual” que Francia considera hacia la mujer musulmana en niqab y burka, como una imposición machista del islam. 

• Los comentarios de la comunidad musulmana inmigrante y musulmana francesa se han puesto en oposición ante este argumento que supone liberar a las mujeres de “esconderse” bajo el velo, ya que son ellas mismas las que deciden hacerlo por su fé. Y al no respetar esta decisión, la ley de prohibición estaría siendo contradictoria.

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Recientemente, luego de la toma del poder por el régimen Talibán, el presidente Emmanuel Macron ha dado un discurso en el que hace un llamado al “derecho de vivir en libertad y dignidad” que le están arrebatando a las mujeres afganas. Estas palabras han sido tomadas por los usuarios en las redes sociales, en especial Twitter, quienes han tachado al presidente de hipócrita por referirse a un derecho que él mismo no cumple en su país y que las mismas francesas le han acusado de ser un Estado de islamofobia y misoginia.

“Los occidentales se preocupan por la vestimenta de las mujeres en Afganistán, mientras tanto Macron y Francia le exigen a las mujeres musulmanas que no pueden elegir usar faldas más largas o cubrirse la cabeza, y las mujeres en los Juegos Olímpicos están obligadas a mostrar más de sus cuerpos que los hombres en los mismos deportes. #HaganQueTengaSentido” @siraaj

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Aunque hay comentarios sobre que el presidente francés no fue lo suficientemente específico sobre el grupo de mujeres afganas, se conoce que al rededor del 99% de los afganos practican el islam y el famoso burka azul que corre en fotos y videos en internet desde que se conoció la situación, es el velo tradicional de las mujeres de Afganistán. Esto es, precisamente, lo que la comunidad señala como hipocresía resguardada bajo un intento de feminismo oportunista.